No puedo obligarte a que me quieras.
Sabe dios que no puedo dejar de quererte.
La espina del dolor rasga mi pecho.
Sé que no te alejará la niebla de los días.
No hay un solo motivo por el que quiera olvidarte.
Seré, sin molestarte, sin que sepas de mí,
gozne que hará girar la puerta de tu sueño.
Sé que no me olvidarás.
Sé que no te olvidaré en la niebla de los días.
Seré, sin que sepas de mí.
Seré lo que yo quiera ser.
El deseo en los besos que des.
Seré lo que tu quieras ser.
Seré. Sin que sepas de mí.
Sabe dios que no puedo dejar de quererte.
La espina del dolor rasga mi pecho.
Sé que no te alejará la niebla de los días.
No hay un solo motivo por el que quiera olvidarte.
Seré, sin molestarte, sin que sepas de mí,
gozne que hará girar la puerta de tu sueño.
Sé que no me olvidarás.
Sé que no te olvidaré en la niebla de los días.
Seré, sin que sepas de mí.
Seré lo que yo quiera ser.
El deseo en los besos que des.
Seré lo que tu quieras ser.
Seré. Sin que sepas de mí.
Seré sin que puedas verme. pero sabiendo que estoy a tu lado..seré ese cuerpo invisible que puedes sentir, la mano que estrecha la tuya cuando llores porque ya no puedes más, seré ese sorbo de agua cuando tienes sed, el aire tibio que roce tus sueños mientras duermes, seré lo que tú necesites que sea, ya ves...a pesar de estar físicamente lejos de ti, me siento muy cerca. Veo tu media sonrisa, tu carcajada abierta, tus insomnios a pie de estrellas, tu mente lúcida y prodigiosa para escribir poemas, nadie como tú para incrustarlos tan dentro del alma, cualquiera sabe escribir bonito...pero no llega. Tocas mis alas rotas con la delicadeza que tienen las plumas y yo....no puedo sino agradecerte cada palabra de cariño, de aliento, de amor, entregándote lo mismo. Sé que puede parecer poco, pero es cuanto tengo y es tuyo, desde la libertad que poseo dentro del alma, te hago llegar un beso y un abrazo inmenso....GRACIAS...tu sombra y la mía, mi alma y la tuya se conocen hace tiempo, amor...¿a que se le puede llamar amor sino a lo nuestro?.
ResponderEliminarLa Esfinge de Morgan.