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Todo empezó con un latido..

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viernes, 11 de julio de 2014

Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que ya no puedo perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere. 
No tengo paciencia para el cinismo y exigencias de cualquier naturaleza.
Perdí la voluntad de agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama y de sonreír a quien no quiere sonreírme. 
Decidí no convivir más con la pretensión, hipocresía, deshonestidad y elogios baratos. 
No consigo tolerar la erudición selectiva y la altivez académica. 
Creo en un mundo de opuestos y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible. En la amistad me desagrada la falta de lealtad.
No me llevo nada bien con quien no sabe elogiar e incentivar. 
Tengo dificultad para aceptar a quien no quiere a los animales. 
Y ya no tengo paciencia para quien no merece mi paciencia.


PD: no estaba muerta...que estaba de parranda :)

1 comentario:

  1. Te pones muy fina cuando te enfadas jajajaja yo también estaba de parranda :)

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