Había una vez... un príncipe desterrado, una princesa que siempre iba descalza, un sapo que al besarlo, siempre salía rana...
Había una vez un castillo que era de arena, una cuerda de rescate hecha con hilos de alambre, una carroza que no se convertía en calabaza porque ni llevaba jinete...
Una madrastra metida en la bebida, un corcel en huelga de kilómetros de más...
Había una vez..., una historia vacía, un reloj que no daba las horas, un cuento que estaba en blanco, con el relieve de una gran historia pero sin tinta en sus hojas...
Porque había una vez...y dejó de haber...
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