Funambulista del filo de lo posible

Demasiadas ilusiones guardadas en tarros de cristal colocados en el borde de la repisa.

Transparentes, tentadores,  cualquiera que los ve de cerca desea cogerlos para poder llevárselos consigo, soñarlos y quien sabe si… hacerlos realidad algún día.

Temblores de tierra, y no por el tren que no termina de pasar, si no por los seísmos  que producen tus dudas, tus cambios de humor y de parecer.

Tierra que se hace añicos tras los pasos de inseguridad que llevan tus andares…

Frascos en el filo de la línea entre la estabilidad y el abismo que marcan mis miedos trenzados con el daño que pudiste evitar y preferiste hacer.

Ventanas que se cierran con golpes para no dejar respirar  y vetar así nuevos aires, en los que sólo queda ahogarse por estar ya demasiado viciados...

Golpes que derrumban, cristales rotos  de esos tarros que esta vez cayeron a mis pies….

Esencias derramadas por todos los pasillos y rincones, de esta, nuestra casa…

Viento que airea el ambiente para llevarse tras el,  las sombras de lo que pudimos ser.

Concienzudamente empiezo a no dejar rastro con una limpieza a fondo en el piso.

Aromas  que aún recuerdan, pero ya no lastiman.

Tiempo de luto y de reformas por abandono.

Tiempo de amparo y de calma.

Tiempo de cambio y de hechos.

Tiempo de olvido.

Tiempo al tiempo....

L.C.R 28 de Febrero de 2011