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Todo empezó con un latido..

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domingo, 22 de julio de 2012

Te echo, porque a pesar de todo te quiero

Como sabiendo de tus pesares...el día que más lo necesitas...una canción se cruza en tu camino...
Y ocurre lo que hoy parecía imposible.Te amansa...apacigua tu alma...tu cabeza, pero sobre todo...tu corazón.


Y te das cuenta de que los recuerdos son así...llegan sin más, sin pedir permiso, sin pensar en las contraindicaciones que tendrán. No nos dejan ni leer su prospecto. A veces aciertan cómo pócima secreta para aliviarnos del dolor, y otras veces llegan en un momento tan inoportuno...que nos desgarran el alma.

Hoy ni aciertan ni fallan. Solo calman. Porque si no fuera por el borroso recuerdo que aparece cuando menos lo esperaba, hoy lo odiaría como nunca y no es que no lo merezca, si no que yo me lo debo. Al amor más grande que he tenido. Por el que he sido, he sentido, me quedé y con el que me marcho. 
No lo ensuciaré con más palabras caídas en saco roto. No estropearé eso tan mio aún, que quiero guardar en un rinconcito. Eso que no puede quitarme.
Porque me habrá podido quitar las sonrisas, las ganas, las ilusiones y hasta a veces, la dignidad. Pero a día de hoy, me quedo con lo que todavía conservo. Mi recuerdo.
Falso, incierto, dudoso, o real...pero es lo único que aún estoy a tiempo de que no pueda destrozar.
Porque todo el mundo se merece un buen recuerdo y mi corazón ha decidido echarlo para que pueda tener su momento...

Siempre hay un momento en que el camino se bifurca. Cada uno toma una dirección, pensando que al final los caminos se volverán a unir. 
Desde tu camino ves a la otra persona cada vez más pequeña, no pasa nada , estamos hechos el uno para el otro, y al final estará ella… pero al final sólo ocurre una cosa, llega el puto invierno, y de repente te das cuenta de que todo ha terminado, de verdad, ya no hay vuelta atrás, lo sientes. Y justo entonces intentas recordar en que momento comenzó todo, y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas, mucho antes...
Y es ahí justo en ese momento cuando te das cuenta de que las cosas sólo ocurren una vez.

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