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Todo empezó con un latido..

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sábado, 21 de julio de 2012

¿Dónde has ido?


¿Recuerdas cuando paseabamos de la mano entre calles repletas y no se oia nada más que a nuestros corazones?
¿Escuchas aún como resuena por toda la ciudad el eco de nuestras risas?
¿No sientes como si fuera ayer el efecto de felicidad que tenían nuestras voces al darnos las buenas noches antes de irnos a dormir?
Porque yo apenas lo recuerdo, y lo necesito.
He cambiado pesadillas por sueños confusos, que parecen sueños… pero que cuando hago memoria, se que son recuerdos. Sólo cuando hago memoria  lo veo, pero a la vez me doy cuenta de que sólo ha sido un sueño.
 Supongo que esto es parte del desamor, de la desazón de que deja un abandono, de la decepción de una persona grande que se ha hecho chiquitita, y que no sé si la tengo en alguna parte ya de mi cabeza o de mi corazón, porque hace tanto que no lo siento que va desapareciendo poco a poco…lentamente, pero desaparece cada vez más.
Y parece que fue ayer, pero en realidad ya no lo es.
Y el día pasa…odiosamente lento, como si las agujas del reloj fueran cuchillos que se fueran clavando más adentro, pero cuando miras atrás…ves que en realidad el tiempo vuela…que no se ha parado esperando, que no deja de avanzar, y que te obligar a mirar hacia adelante.
Desespera la desesperación de la esperanza. Y desconsuela, el consuelo del desconsuelo.

Angustia, agota y desgasta.
El presente de la primera persona del plural del verbo amar, se convierte en un pretérito imperfecto, con tan poco futuro como imperfecciones.
Los sujetos de la oración y su predicado dejan de enunciar verdades, para formular preguntas y dejar paso sólo a las dudas.
Yo, me, mi, contigo…quedan en un miedo a recordar para dar paso a un egoismo incierto, de un vacio consigo.

¿Quién era? ¿ Y por qué aún le escribo?


Laura Noa, 21 de Julio de 2012. Antes de ir a dormir...sabiendo que soñaré con él.

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